La Seráfica y Franciscana Hermandad y Cofradía de Nazarenos de las Sagradas Cinco Llagas de Cristo, Nuestro Padre Jesús de la Vía-Crucis y María Santísima de la Esperanza ha comunicado los acuerdos adoptados en los Cabildos Generales Extraordinarios celebrados ayer viernes 13 de junio en su Casa de Hermandad.
En primer lugar, los hermanos reunidos abordaron la restauración de la bendita imagen de Nuestro Padre Jesús de la Vía-Crucis, punto único del orden del día del primero de los cabildos. La propuesta presentada por la Junta de Gobierno fue aprobada por mayoría, encargando dicha intervención al restaurador-conservador D. Ismael Rodríguez-Viciana Buzón, natural de Bornos y licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla. El trabajo de este profesional está avalado por numerosas intervenciones de importancia, como la restauración de Nuestro Padre Jesús del Consuelo en el Desprecio de Herodes, de la Hermandad del Transporte de Jerez; la Virgen Dolorosa del Convento de Madre de Dios, también en Jerez; el Apóstol Señor San Pedro de la Hermandad del Prendimiento; y la imagen de Nuestra Señora de los Dolores de la Hermandad del Silencio de Arcos de la Frontera. También ha actuado en la Virgen de la O de la Parroquia de Rota, en la imagen de San Cristóbal de la Parroquia de Santiago de Jerez, así como en las devociones de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Soledad en Bornos, y en la talla de Santiago Apóstol de la misma parroquia jerezana.
Dicho acuerdo queda supeditado a la preceptiva autorización de la Delegación Diocesana de Arte Sacro, que, una vez emitido su dictamen favorable, permitirá comenzar los trámites para la retirada del culto de la imagen y el inicio de su restauración.
En el segundo de los cabildos celebrados esa misma tarde, los hermanos de la corporación mostraron su apoyo unánime a la modificación de las Reglas para la inclusión de San Francisco de Asís como nuevo titular de la Hermandad. Con ello, se refuerza de manera expresa el carácter seráfico y franciscano que define la identidad espiritual de esta cofradía, enraizada en la espiritualidad del Pobrecillo de Asís desde sus orígenes.
Esta aprobación queda igualmente a expensas del visto bueno del Obispado, paso necesario para su oficialidad y posterior incorporación a las Reglas de la corporación.