Con décadas de entrega y servicio a la hermandad, Charo y Mercedes Barrones serán las encargadas de proclamar el XLIV Pregón a Jesús Nazareno el próximo sábado 22 de marzo en la capilla de San Juan de Letrán. Para ellas, este honor supone un reconocimiento a «una vida dedicada a la hermandad» y una oportunidad de compartir su fe y devoción con todos los hermanos.
El pasado 3 de enero de 2025, la hermana mayor, María del Carmen Tejero Enríquez, les comunicó su designación como pregoneras. La noticia les llegó por sorpresa mientras se encontraban en el patio de la capilla. «Ni por asomo se nos había pasado por la mente», confiesan. Mercedes, en un primer momento, dudó en aceptar el reto, ya que nunca había hecho algo similar. Sin embargo, tras una conversación con su hermana, decidieron afrontarlo juntas: «Nos llamamos por teléfono y nos dimos ánimos mutuamente. Vamos las dos juntas».
Desde su nacimiento, Mercedes y Rosario (Charo) han compartido cada paso de sus vidas: estudiaron la misma carrera, trabajaron juntas y se jubilaron el mismo día. Pero, sobre todo, han estado siempre unidas a su hermandad. «Somos hermanas de Jesús, no solo cofrades de un día», destacan. Para ellas, la devoción va mucho más allá de la procesión anual; es un compromiso diario con la fe y con la comunidad.
Desde el primer momento, comenzaron a escribir su pregón con papel, bolígrafo, lápiz y goma de borrar. «Si se me ocurría algo, lo anotaba rápido para que no se me olvidara», cuenta una de ellas. Con el tiempo, fueron dando forma a un discurso cargado de recuerdos, vivencias y devoción a Jesús Nazareno, Nuestra Madre y Señora del Traspaso, el Cristo de la Buena Muerte y San Juan.
La escritura del pregón ha estado marcada por momentos de gran emoción. «Hay pasajes que nos ha costado leer sin soltar una lágrima», confiesan. No obstante, a medida que han repetido el texto y lo han interiorizado, han logrado superar esa carga emocional. «Cada vez dolía menos y lo interiorizábamos más».
El próximo sábado 22 de marzo a las 20:30 horas, la capilla de San Juan de Letrán será testigo de este emotivo pregón. Desde la perspectiva del abuelo que ve salir a su nieto en la procesión hasta la ausencia de seres queridos que ya no están, cada palabra evocará la devoción y el paso del tiempo. «La estampa es la misma, pero la emoción siempre cambia», afirman.
Para Charo y Mercedes, la hermandad no es solo la procesión. A lo largo de los años, han participado en la organización de eventos, en la ayuda a los más necesitados y en la transmisión de valores a las nuevas generaciones. «No es solo lo que se ve en las calles, sino todo lo que hay detrás, cada pequeño detalle que hace que la hermandad siga viva».
Con los nervios propios del gran día, pero con el corazón lleno de ilusión, esperan que su testimonio toque el alma de los presentes. «Esperamos que salga bien, pero, sobre todo, que llegue al corazón de quienes lo escuchen». Y así, con la emoción a flor de piel, las hermanas Barrones ofrecerán su granito de arena a la historia de la hermandad, en un pregón que promete ser inolvidable.