La Hermandad de la Sagrada Resurrección ha dado un paso decisivo hacia su renovación y consolidación en la Semana Santa jerezana. En el marco del Domingo Laetare, jornada de alegría dentro de la Cuaresma, la corporación celebró un Cabildo de Hermanos, donde los hermanos aprobaron por unanimidad diversos puntos que marcarán el rumbo de la Hermandad en los próximos años.
Uno de los puntos destacados del Cabildo fue la aprobación del estudio para la realización de un nuevo grupo escultórico, cuya pieza central será la imagen de Nuestro Señor inspirada en «La Resurrección», obra maestra de Luis Ortega Bru. Con esta decisión, la Hermandad busca dotarse de una imagen de extraordinario valor artístico y devocional, reflejando con mayor fidelidad el misterio pascual que representa su titular.
El proyecto ha recibido el respaldo entusiasta del Museo Ortega Bru y de la familia del escultor, quienes han expresado su apoyo a la reproducción de esta majestuosa obra. Para garantizar la excelencia en su ejecución, se ha constituido una comisión de expertos liderada artísticamente por D. Andrés Luque Teruel, catedrático de la Universidad de Sevilla y reconocido especialista en escultura barroca. Bajo su dirección, y coordinado por Ángel Heredia Barea, este equipo asegurará que la nueva obra se realice con el máximo rigor y respeto a la estética y técnica de la pieza original.
En su afán por adaptarse a las nuevas necesidades y aspiraciones de la Hermandad, el Cabildo también aprobó la venta del actual paso procesional en ejecución y del Ángel recientemente adquirido. Estas decisiones responden a la intención de la corporación de desarrollar un nuevo proyecto acorde con la estética de la Semana Santa jerezana y su concepción renovada. El objetivo es crear un conjunto procesional que armonice plenamente con el futuro grupo escultórico, potenciando así la belleza y solemnidad de su salida procesional.
En el ámbito litúrgico, la Hermandad ha decidido reorganizar sus cultos para vivir con mayor intensidad la alegría del Resucitado. A partir de ahora, los actos religiosos se concentrarán en la primera semana de Pascua, un periodo especialmente propicio para profundizar en el misterio de la Resurrección. Además, el besamanos de Nuestro Señor tendrá lugar el Domingo de la Divina Misericordia, coincidiendo con la Función Principal de Instituto, que regresa tras varios años sin celebrarse.