Este tercer viernes de Cuaresma, El Palermasso estrena un nuevo capítulo de su décima temporada. En esta ocasión, la popular serie de humor cofrade aborda un tema que genera una creciente preocupación en el mundo del Arte Sacro: la llegada masiva de productos «low cost» provenientes de Pakistán y Bangladesh.
El episodio se desarrolla en la tertulia de un grupo de priostes de una Hermandad, quienes debaten sobre la creciente aparición de figuras, candelabros, bordados y otros elementos litúrgicos importados de estos países. Se trata de piezas que imitan el trabajo artesanal andaluz, pero que carecen de la calidad, la maestría y el respeto por la tradición que caracterizan a los verdaderos talleres locales. Esta situación pone en peligro la autenticidad del arte sacro y la subsistencia de cientos de artesanos dedicados a la creación de piezas únicas.
Más allá de la devoción y la cultura, la Semana Santa también representa un sector económico clave en el que trabajan bordadores, escultores, orfebres y tallistas. Todos ellos utilizan técnicas heredadas de generación en generación, garantizando que cada creación cuente con historia, identidad y un valor artístico incuestionable. No obstante, la competencia desleal de los productos manufacturados en el extranjero amenaza con desplazar la producción local.
Entre las soluciones planteadas en el episodio, surge la posibilidad de imponer aranceles al estilo Trump para dificultar la entrada de estos productos en España. La idea es proteger el trabajo artesanal andaluz y garantizar que las cofradías sigan apostando por la calidad y la tradición. Sin embargo, cuando todo parece decidido, un giro inesperado cambia la perspectiva del grupo: descubren que la cerveza del bar de enfrente es más barata y que su dueño es de origen asiático. Este detalle irónico les lleva a cuestionarse las contradicciones del mercado global y hasta qué punto es viable restringir las importaciones cuando la economía local también se nutre de productos extranjeros en otros ámbitos.
Este episodio de El Palermasso, cargado de humor, sátira y reflexión, no solo busca entretener, sino también reivindicar la importancia de la artesanía andaluza y su papel esencial en la Semana Santa. A través de la comedia y la ironía, la serie pone en valor la tradición, la excelencia y la autenticidad del arte sacro, recordando que el verdadero sello de calidad está en el trabajo artesanal de quienes han dedicado su vida a este oficio.