La Diócesis de Asidonia-Jerez vivió en la jornada de ayer la celebración de su patrona, la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen, presidida por Monseñor José Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez, quien ha vivido por primera vez esta celebración como pastor tras su toma de posesión el pasado 31 de julio de 2021.
Un momento especial para la Iglesia Asidonense, en primer lugar, por llevar a cabo la consagración de la propia Iglesia diocesana al corazón Inmaculado de María y a San José, uniéndose a esta consagración la clausura del año dedicado a la figura de este último mencionado. Y, en segundo lugar, por acoger en la Santa Iglesia Catedral a la advocación mariana de la Esperanza Coronada de la Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y Humildad, Santísimo Cristo de la Yedra, Nuestra Señora del Rosario y Nuestra Señora de la Esperanza Coronada.
Los jóvenes de la toda la Diócesis también se unieron a estas celebraciones, destacando como es tradicional su presencia en la Vigilia donde pudieron tener tras la finalización de la Eucaristía un encuentro de oración e intimidad con el Santísimo, aún más provechoso en este tiempo de preparación para la venida del Salvador. otro de los momentos a destacar, pero esta vez en la Solemnidad fue la entrega de la medalla Pro-Ecclesia Asidonense a Ana María Salas Trujillo por su labor como camarera de Nuestra Señora de la Merced Coronada.
“Nada sin María, todo con ella”, con estas palabras con las que siempre finaliza la predicación el prelado, han sonado aún más fuertes en el primer templo, donde el Sr. Obispo ha recordado en ambas celebraciones la importancia de acercarnos María, ya que ella es nuestra Madre que nos acompaña y nos consuela en nuestro caminar de la vida. Asimismo, ha mencionado la importancia de fijarnos en cada detalle del Evangelio de hoy donde María dice sí, un sí por el que cambiará el transcurso de la historia con la venida del Salvador.
Por otro lado, Monseñor Rico Pavés ha recordado la importancia también de fijarnos en San José, figura a la que el Santo Padre quiso dedicar un año que hoy clausuramos, sobre todo haciendo hincapié en esa labor silenciosa y protectora junto al Señor y a su madre María.
Por último, cabe mencionar la gran importancia de estas fechas para la Diócesis, cuyo eje central y mirada ha estado en la Santísima Virgen María, comenzando por la coronación canónica de la Virgen del Rosario de Bornos, para seguir tanto con la Vigilia como la propia Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen donde se vivió el acto de la consagración de la Diócesis al corazón Inmaculado de María y San José.