Desde estas líneas queremos expresar nuestra más enérgica repulsa por el atentado islamista de hoy en Normandía y compartir una profunda tristeza y sincero pésame con los familiares de las víctimas de tan lamentable suceso.
Nos unimos en la oración a nuestros hermanos católicos franceses y muy especialmente con toda la comunidad Parroquial del hermano sacerdote martirizado.
Exigimos a las autoridades europeas tomen las medidas oportunas ante esta oleada de odio por parte de ciertos activistas y terroristas islámicos con una sociedad democrática que hunde sus pilares en el respeto al otro, hecho este, que ha sido el fundamento de nuestra convivencia en paz.
Dado el cariz que ha tomado hoy el devenir de los hechos exigimos rotundamente que todos los cristianos podamos vivir ejerciendo libremente nuestro derecho a la libertad de Credo.
Sería de gran ayuda que todos aquellas autoridades islámicas y seguidores de esta religión elevasen de una forma clara y contundente su repulsa ante estos hechos deleznables que de parte de radicales, que se dicen seguidores de su mismo Dios, cometen con gente de paz.
Es el principal camino para establecer una diferencia entre el Islam y el terrorismo y de este modo desactivar todo el odio que contra la religión islámica se alimenta en la sociedad europea, es la participación decidida y permanente de las autoridades religiosas islámicas en forma de condena y repulsa de estos hechos debiendo realizar un esfuerzo por deslegitimar cualquier justificación del terrorismo.
Es muy complicado tratar de dialogar, negociar y llegar a acuerdos con integrantes de una religión que se dicen estar convencidos de su verdad absoluta, centrada en términos indivisibles de fe, economía y política.
A través de la fe la vida es un valor incuestionable e intocable porque es un don de ÉL.
Elevamos nuestra oración por las almas de estos hermanos que disfrutan de la presencia del Padre.