El Viernes Santo de este año pasará a la historia de nuestra ciudad, con estampas insólitas como la salida de la Hermandad del Cristo de la Expiración desde la iglesia de San Francisco al encontrarse en obras la ermita de San Telmo. Una salida atípica ya que no se entiende un Viernes Santo sin el Cristo de la Expiración recorriendo las calles de su barrio.
Desde el barrio de la Vid llegó un año más al centro la Hermandad de la Exaltación que este año presentaba la finalización del trabajo de dorado de su paso de misterio. Y que nos regalo un momento mágico cuando cruza ese puente de regreso a su barrio y que hizo entonar a todos los presentes la Salve.
La Hermandad de Loreto lleno de clasicismo las calles del centro por las que transitaba con gran recogimiento. La Soledad se pudo lucir en plenitud un año más por las calles de nuestra ciudad.
Un año más, la Piedad puso el broche de oro a nuestra Semana Mayor que cerrará hoy Cristo Resucitado.
Como viene siendo habitual la jornada acabó acumulando bastantes minutos de retraso, haciendo que un año más el palio de la Virgen de la Piedad entrase en la Real Capilla del Calvario pasada las cuatro de la mañana.